23 jul 2021

Muchos de los trabajos modernos son inútiles para mantener a la sociedad actual.

Empleos donde se finge ser productivo
Si no estas salvando vidas o haciendo un servicio vital para la humanidad, estas en un trabajo inútil.


Los robots construyen casas, los programas informáticos contestas llamadas telefónicas y hay Drones que entregan comida. ¿Por qué estamos tan obsesionados con la idea de venderles nuestro irremplazable tiempo en esta vida, al mejor postor y rezar la siguiente frase cada que suponemos, estamos haciendo algo útil con las actividades que realizamos?


¿PARA QUE QUEREMOS EMPLEOS?


Tengo mucho trabajo…  ¡Gracias a dios!”


Escuchar esto que se reza mucho en oficinas y empleos, me enoja... 


A parte de la frase antes mencionada, otra cosa que me pone triste y más me enoja, es que en cada época de elecciones, la promesa chiché de muchos políticos es: “Generar más empleos”. Promesa que si bien pides se explique más a detalle, lo que te dirán será más o menos así:


“Vamos a convencer a un montón de corporaciones a venir aquí a tomar todos los recursos de la tierra de tu comunidad, toda tu agua y las mejores horas de tu gente para convertir todo en inútiles bienes de consumo y formas plástico para ese grupo de gente que se dice llamar “clase media”.  ¡Vamos a crear empleos!


Pero... ¿Para qué queremos empleos?  ¡Es el siglo XXI!

Y… A ver: ¿Dónde están los políticos que prometen desempleo total?


Mi voto seria sin dudar, al primer candidato que prometa darles todos nuestros inútiles trabajos a los robots, IA´s y algoritmos, para liberar a la humanidad de las aburridas tareas del trabajo. Esas donde hay que:


Escribir reportes trimestrales, llenar solicitudes de proveedores, atender monótonos servicios desde una computadora y sentarse en un escritorio fingiendo que estamos ocupados.  Mejor emplear nuestro tiempo en cosas útiles u ociosas como el arte, curar enfermedades o conquistar otros planetas. 


O por lo menos solo vivir. 


¿A caso ese no es el fin último de todo trabajo que se hace? ¿vivir? ¿…es mucho pedir?


Esto es lo que le pregunto a los “ideólogos” que están detrás de las corporaciones. Esos que escriben en tus contratos que quieren convertirse en tu nueva familia con el fin de devorar tu balance de vida-trabajo, convirtiéndote en un esclavo de tiempo completo, pero de manera voluntaria, pidiéndote que te pongas la camiseta, que aprendas a jugar en equipo y les regales los mejores años de tu vida.


¿Es mucho p1nche pedir una vida que no esté dedicada por completo a producir riquezas a tu corporación?


Vivimos en una sociedad enferma. 

Y una prueba es que cada vez que uno osa cuestionar cualquier detalle en el estado de las cosas y preguntar: --¿oye, esto es normal? -- O apenas levantamos un dedito para suplicar por un poquito más de tiempo libre, luego luego la gente más insegura de su situación social sale a defender el sistema y te llama comunista. 

La gente insegura de su situación defiende el sistema.
No importa si la queja tiene sentido, criticar el sistema es mal visto.

¿Pero que creen? Esta no es una idea comunista. En 1930 el famosísimo John Maynard Keynes (El ideólogo más nombrado del Neoliberalismo) predijo esto:


“Para fin del siglo XX, la tecnología avanzará tanto, que muy seguramente en los países desarrollados, la gente trabajará como máximo, unas 15 horas a la semana”


¡A la semana!  …En los últimos días de mi vida corporativa, eso me exigían trabajar diario. (nsf)


Y no es que estuviéramos salvando vidas u ofreciendo un servicio vital e indispensable para la humanidad. Nada de eso. Estábamos atendiendo las necesidades de una empresa automovilística que llena de humo las ciudades, generan enfermedades raras como cáncer y agotan a las personas física y mentalmente con viajes de más de 3 horas en medio de embotellamientos. 


¿Por qué si tenemos ya la tecnología para suplir nuestras necesidades, seguimos trabajando incontables horas en duras labores que no ofrecen ningún beneficio a la humanidad?


El saber popular podría decir que en estos tiempos vivimos un incremento sin precedentes de los bienes de consumo.  Y que por eso seguimos trabajando. Cambiamos nuestra libertad por Smartphones y suscripciones de sitios de películas por internet. 


¿Y eso será cierto? Porque desde los tiempos del ya mencionado John Maynard Keynes, los trabajos de manufactura de productos han estado disminuyendo drásticamente. Hasta el punto en que actualmente todo lo hacen en china. Y entre los trabajos que nos quedan acá, solo son algunos cuantos los que si son indispensables para el funcionamiento de la sociedad. ¡Y vamos! Seamos claros: Hay otros que solo son un desperdicio de potencial humano. 


Cómo distinguir un trabajo indispensable de uno inútil.

Pues mira que ironía, pero la pandemia global del 2020 ha puesto en evidencia esta distinción. Simplemente hay que observar que tipo de trabajadores no se pueden quedar en sus casas. Y así es fácil comparar cuales son los trabajos esenciales y cuáles no. Y si aún no queda claro…


¿Qué pasaría si de repente desaparecieran todos los publicistas, telemarketeros, CIO´s, abogados financieros, especuladores, agentes de bienes raíces, directores creativos y de recursos humanos, administradores de sistemas, personal de mesas de ayuda?


Bueno, no desaparecieron. Pero se fueron a sus casas y la sociedad sigue funcionando. Algunos siguen trabajando y por eso tenemos campañas de publicidad entre la tragedia y muerte de una pandemia, que hacen cosas Como cartel negro pegado en toda la ciudad de México que dice: 


“¿A poco a este cartel le importa más tu familia que a ti?”


¡No m4men! ¡ch1ngu3n a su madre! Pinches creativos sínicos y faltos de escrúpulos. 


Estos 1d1otas no pueden comprender que mucha gente sale y saldrá de sus casas porque esta civilización que tira toneladas de comida en buen estado para no saturar el mercado y que no baje su precio, ha impuesto que el que no trabaja no come. 


¿Y qué pasaría si desparecen todos los distribuidores de comida a domicilio? ¿o los empleados que dan mantenimiento a las estaciones de electricidad o personal de salud y hospitales? Eso sí que tambalea la sociedad. ¿A poco no? ¿Y si desapareciera la gente del campo que siempre nuestra comida? ¿y si desaparecieran los barrenderos y recolectores de basura? ¿O los ingenieros que día a día explotan su creatividad para mantener la ciudad andando? ¿Incluso los músicos que escuchamos en cuarentena? ¿los actores, guionistas y productores que hicieron series películas y cortos que hoy nos mantienen cuerdos? Mismos que hoy muchos están sin trabajo. 


¡Cuidado! Porque todos esos artistas y talentos podrían ser absorbidos por falta de su trabajo a esos otros trabajos que, por no llamarlos INUTILES, les pondremos el apodo de “no esenciales”. 


¿No es una verdadera tragedia? 


Inmediatamente sale a evidencia una seria contradicción a nuestro sistema. Porque la gente más esencial para el funcionamiento del mismo, es la peor pagada, que recibe menos respeto y que todo el mundo trata mal. 


Puedes encontrar cientos de directores creativos en portadas en algunas revistas, que están ahí por ganarse algún absurdo premio que no tiene valor social. Pero no hay ningún premio a el valor de los recolectores de basura que salieron si o si, a desempeñar su trabajo, arriesgando su vida porque pues sin ellos, la ciudad se llenaría de desperdicios de todo tipo, ratas, mal olor y otras plagas. 


Entonces, con toda verdad, John Maynard Keynes tenía razón. Pues se necesita de muy poca gente y trabajos para hacer funcionar esta sociedad. La pandemia lo demostró. ¡Y son a los que peor tratamos! El resto se divide entre la despreciada clase de los desempleados, eso que son aborrecidos porque “¡Como se atreven a ser libres!” Y la clase media, ese sector de la población que directa o indirectamente se dedica a tener bien afinados y aceitados los mecanismos de control y vigilancia de la clase poderosa, financiera, ricos o como quieren decirles. Y que, a cambio de su lealtad, reciben una frágil posición prestada desde la cual pueden identificarse con esa gente en el poder y despreciar a otras clases trabajadoras sobre las que se asienta la civilización moderna. 


¿Lo vas a aceptar? ¿vas a regalar las mejores horas de tu día a ese 1% de la población, a cambio de un departamento, un automóvil a crédito y un par de horas de libertar en la ciudad?


Regalar las mejores horas de tu día por un automóvil a crédito y dos horas de libertad
¿Has reflexionado el por qué entregas tus mejores horas de vida a un trabajo inútil?

Lo dije: Vivimos en una sociedad enferma.


Y todo este modelo de vida y su economía son muy muy nuevos. Incluso es más joven que mi abuelita. Se puede identificar su inicio allá por 1983, cuando poderoso como Ronald Reagan y Margaret Thatcher eran grandes partidarios del empleo, pero no de los trabajadores. 


Porque a pesar de que el discurso político de, Ronald Reagan era algo como: 


“Hoy más Americanos que nunca, salen a trabaja”


La realidad fue que desde su toma de poder, sus políticas económicas han causado que en todo el mundo (menos China e India) el crecimiento económico se desaceleró. Así como el avance científico y tecnológico se ha detenido. Y nop…  un nuevo IPhone cada año no es progreso tecnológico y menos científico. El presupuesto público para el arte en todo el mundo prácticamente ha desaparecido. Y por primera vez en siglos, (Ojo: ¡Siglos!)  las nuevas generaciones de chamacos acá en occidente, pueden esperar un futuro peor y con menos oportunidades de desarrollo que el tuvieron de sus padres y abuelos. 


La privatización de las empresas de los estados o naciones (empresas públicas) y la desregulación del sector financiero dan como resultado menos derechos para todo tipo de trabajadores. Y abolir o prohibir los sindicatos, evita que estos trabajadores se organicen para reclamar eso derechos perdidos o abusos nuevos por parte de las corporaciones. Los contratos temporales mantienen a la fuerza de trabajo insegura y presionada, luchando contra otros por mantener su puesto.


Y todo esto, mientras se fomenta un estilo de vida individualista y hedonista; Lleno de libertades. Pero no plenas, si no individuales. Ósea: Somos liberales en lo personal, pero conservadores en lo financiero. 


En conclusión: 

“Se necesita de muy poca gente para mantener operando plenamente la actual sociedad. Pero no hemos dejado de trabajar porque la gente libre es peligrosa. Puede organizarse y cambiar el mundo”.  


En menos de 50 años, todas esas políticas económicas que nos rigen y que mucho defiende, han tenido como resultado una inmensa trasferencia de riquezas a las clases altas (llamémoslos burgueses) y la absoluta destrucción de comunidades y organizaciones civiles y políticas de las clases bajas (proletariado) Y no cuento a clase media porque, pues esa no existe realmente.


Y si crees que erróneamente lo contrario, debo decirte que no es verdad. Oficialmente se pueden catalogar como proletariado. O como dice un amigo:  “pobres con internet”.  Ya hablaré de eso pronto.


La desigualdad de ese 1% de poderosos y el resto de nosotros es tal, que podríamos considerarla como de otra especie.


Y mientras: Los fanáticos de este modelo, siguen defendiéndolo con la esperanza de que un día, tal vez, los que se sienten en la cima, sean ellos. 


¡Pero bueno! Has a un lado todo esto. Desconéctate de tu todo lo que dije; La retórica. olvídate de la clase social, de lo que haya dicho Keynes o Reagan o Thatcher.   Y… ya se, ya se… El comunismo es malo, capitalismo bueno. ¡Olvídate de todo eso!  Solo mira los resultados que te rodean.


Como política económica: El neoliberalismo es un rotundo fracaso y un brutal desastre. Pero como aparato de control político, es el más efectivo que se haya inventado e impuesto. Las tendencias económicas ocurren en todo tipo de ocasiones y afectan a millones. Pero cuando dichas tendencias afectan a los ricos y poderosos, ellos usaran gran parte de esa riqueza y poder para tratar de detenerlas.  Bajo esta primicia, seguro ya puedes responder esta pregunta:


¿Por qué nadie ha hecho nada para tratar de detener las consecuencias del neoliberalismo?


Para volver a darles casas a los cientos de miles que la perdieron y ahora viven en las calles, para darles de comer a los nuevos pobres que cada vez son más, para cuidar a los enfermos con la dignidad que se merecen, para darle de beber al sediento.


¿Y cuantos de ustedes me van a decir que para comer hay que trabajar? ¿Considerándose creyentes de Dios? Porque la moral que impera en esta civilización es lo opuesto al cristianismo y a muchas otras creencias religiosas y espirituales. Y esas políticas económicas radicales no harán nada si no cambiamos la metafísica de occidente. Y esta moral, nuestra metafísica, dice que el trabajo es sinónimo de virtud.  Pero el trabajo como un fin en sí mismo. Ni si quiera distingue entre el trabajo útil o el trabajo necesario. Este fallo nos ha convencido que aquellos que no trabajan duro en un trabajo que odian son gente mala y despreciable que no merecen alimento ni casa ni sustento.


Nos hemos convencido que aquellos que realizan las funciones más esenciales de nuestra civilización deben ser explotados, mal pagados y humillados como incentivo para que estudien una carrera “útil”. Algo así como para el sector financiero y se unan a nosotros en este paraíso secular, donde se nos recompensa con un estilo de vida falso por trabajar como guardias de nuestra propia prisión. 


Nuestra sociedad se mantiene unida no por lazos de solidaridad. Si no odio mutuo, resentimiento por el enemigo común y miedo por perder nuestro lugar en la fila. 


Por suerte para todos nosotros, esto comienza poco a poco a desmoronarse. Pues el sistema por sí mismo es un fallo y por su actual “peso” ha comenzado a caer. Pero ahí está ese 1%, intentando evitar esta caída. Asi que ahora podemos aprovechar esta crisis para cambiar tanto el enfoque moral sobre el trabajo y trasformar la forma en que lo hacemos.


La intensión de compartir contigo esta enorme reflexión, es que este enterado que el concepto actual de “trabajo” no es el que se pensaba antes y no lleva a ningún futuro para la humanidad. no tiene sentido y ningún propósito que nos beneficie a largo plazo. Solo crea una sociedad cada vez más y más enferma y una separación de individuos debido a las abismales diferencias de ganancias. 


No se puede cambiar el sistema de la noche a la mañana solo con comprender lo malo y retorcido que es el sistema actual. Pero es el principio para una nueva forma de pensar que lleve a grandes cambios.


Justo ahora están apareciendo nuevos paradigmas y maneras de ganarse la vida, teniendo mejor calidad de la misma y con mucho más tiempo libre, y aunque ya no se consideran dentro del esquema retorcido de trabajo que se describe injuriosamente arriba, sí que está funcionando. 


La ultima interrogante a toda esta reflexión es: ¿Tu necesidad de trabajar en algo que quizá odias, es porque…? 


Hoy en día, se necesitan de muchos individuos libres, que sigan inventando nuevas maneras de estar vivo.  Así que... si tienes la posibilidad, tiempo y valor: Da el brinco, cambia de trabajo. teme mas a un trabajo inútil, que al desempleo. 



Y si no puedes salirte de tu trabajo, ponte alerta de los constantes cambios de políticas laborales en tu ciudad o país. Pues esto te pondrá al tanto en los cambios de modelos de trabajo.  Y no dejes de exigir lo justo. Porque, aunque resulte ser muy burocrático, aun está el estado que defiende derechos y pone freno a esa voracidad. Pues sin importar que tan fuerte débil sea dicho estado, es nuestra única fuerza para poder contrarrestar los abusos. Y no se necesita un estado autoritario. basta con que vele por los intereses de sus ciudadanos. Impidiendo que se concentre la ganancia en unos cuantos por esos abusos.
 

El trabajo como un medio para lograr una mejor calidad de vida y un futuro social no es el problema. ¡Que trabaje el que quiera trabajar! El punto es garantizar que ese trabajo tenga dichas garantías de vida para todos. 



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